Paralizado y varado en un río, perro herido derrama lágrimas de gratitud después de un rescate sincero
La historia de Brodick fue desgarradora y conmovedora hasta los huesos. Algunos perros siguieron al desafortunado perro y, mientras escapaba, se deslizó hacia un río y quedó atrapado en él.
Tenía varios moretones e hinchazones en el cuello, la cabeza, las orejas y las mejillas. Su ojo izquierdo estaba herido y solo parcialmente cerrado. No había palabras para transmitir lo desesperado que parecía en ese momento.
Un amable samaritano llegó alrededor de las seis de la mañana y lo llevó al veterinario de urgencias. Las hernias discales de Brodick le estaban causando muchas dificultades y dolor, por lo que el médico comenzó a tratarlo con un bloqueo espinal.
Brodick era un perro brillante y comprensivo, pero tuvo mala suerte en la vida. Seguramente, los días de dolor llegarán a su fin.
Sus rasguños y mordeduras en su cuerpo casi se habían curado por completo y su piel se había alisado. Lo sacaron del ala y lo guiaron con un cinturón de apoyo. Estaba comiendo bien, pero su peso había bajado.
Brodick pudo respirar aire fresco cuando le cambiaron la silla de ruedas de manera significativa. La mala noticia es que el revestimiento está floreciendo y la glándula paralela puede haberse desintegrado.
La salud básica de Brodick permaneció sin cambios; estaba comiendo, bebiendo y defecando principalmente formalmente. Durante toda la noche, tuvo convulsiones violentas. La causa fue la necrosis, que se estaba extendiendo rápidamente. A pesar de la terapia regular con quimotripsina, puede extenderse por todo el cuerpo.
Brodick también tenía un tumor enorme en la columna vertebral que se había convertido en tejido blando; desafortunadamente, este tumor es canceroso. La sepsis había comenzado, según los análisis de sangre. Los analgésicos más fuertes apenas funcionaron durante unas horas.
Los veterinarios decidieron dejar que Brodick fuera a donde estaba seguro de que no sentiría más dolor después de varios días de pensarlo.
“Que tengas nubes suaves en el paraíso, nuestro dulce Brodick”.